HASTA
SIEMPRE AL GRAN ARTISTA MEXICANO JOSÉ LUIS CUEVAS
José
Luis Cuevas nació en la Ciudad de
México el 26 de
febrero de 1934
, fue un gran pintor,
dibujante, escritor, grabador, escultor e ilustrador mexicano. Su formación
artística fue prácticamente autodidacta. Cuevas fue una de las principales
figuras de la Generación de la Ruptura con
el muralismo
mexicano y uno de los más
destacados representantes del neofigurativismo.
Mediante el trabajo con la línea de
gran ferocidad gestual, desnuda las almas de sus personajes retratando la
magnificencia de la degradación humana en el mundo de la prostitución y el
despotismo. Antes de cumplir los 10 años, Cuevas se inscribió como alumno
irregular a la Escuela de la Esmeralda;
continúa su formación artística en el México City Collage (ahora llamado Universidad de las Américas Puebla),
tomando clases de grabado. Entabló amistad con muchos intelectuales ,
escritores , músicos y periodistas , más con el poeta y crítico Rafael
Squirru trabajo y dedicó una serie de serigrafias a su poema "El
rey”, un cuento de tantos. Cuevas adquiere notoriedad por sus constantes
exposiciones, tanto en Estados Unidos como en México, el resto de Latinoamérica
y en Europa, incluso en la Galería Edouar Loeb de París, donde Pablo
Picasso compró obra de Cuevas y
se reconoció como su seguidor. Elocuente con sus ideales como libertador y de
lucha por la igualdad expuso en la Zona Rosa lo que tituló como "Mural
Efímero" en 1967, mismo que vuelve a montar al año siguiente en la Ciudad
Universitaria, como muestra de apoyo a los movimientos estudiantiles que se
desarrollaron ese año en la Ciudad de México y que se vuelve icono
representativo de su carrera. Cabe agregar que dos años después se manifestó en
San Francisco, California, en contra de la guerra de Vietnam, organizando happenings (espectáculos
que exigen la participación del público) y elaborando carteles. Su intención
inicial era mostrar la angustia y la soledad del hombre y eligió para ello las
escenas que encontró en hospitales y prostíbulos; sus modelos fueron y siguen
siendo la prostituta, el pordiosero, el loco y el enfermo. A pesar de la
recurrencia de los temas, de Cuevas se puede decir que en su obra existen
diferentes variantes protagonizados por seres deformes, bellas imágenes de
personajes casi monstruosos. A mediados de la década de los 50, la obra de Cuevas
comienza a ser reconocida por coleccionistas y críticos especializados, entre
ellos José Gómez-Sicre,
quien lo invita a exponer en la Unión Panamericana (Washington D. C.). Pintor,
escritor y político, en su momento se le conoció como el "enfant
terrible" (traducido del francés, la expresión sería "niño
terrible") de una generación de artistas que se manifestaron contra la
expresión del arte arraigada en programas políticos enfocados en alimentar
ideas nacionalistas. De tal postura es célebre su escrito "la cortina del
nopal", historia donde critica que la idea de educar a los pueblos
mediante el arte no había logrado de ninguna manera su cometido. Su postura no
fue solo un ataque constante contra la cultura oficial, sino también contra la
enseñanza académica —motivada por su formación autodidacta— y contra el
muralismo, en especial contra la figura de Siqueiros,
quien había hecho célebre la frase "no hay más ruta que la
nuestra".
MIEMBRO HONORARIO DE LA “GENERACIÓN DE LA RUPTURA” es el
nombre que dio la crítica de arte Teresa del Conde al
conjunto de artistas mexicanos
y extranjeros radicados en México, que en la década de los 50`S comenzaron
a reaccionar contra lo que percibían como los gastados valores de la Escuela
Mexicana de Pintura, la cual aglutinaba a los muralistas mexicanos (David Alfaro
Siqueiros, Diego Rivera y Clemente Orozco entre
otros) cuya temática nacionalista,
izquierdista y revolucionaria había sido la corriente artística hegemónica
en México desde
el estallido de la revolución mexicana en 1910.
La generación de la Ruptura incorporó
valores más cosmopolitas, abstractos y apolíticos en su trabajo, buscando entre
otras cosas expandir su temática y su estilo más allá de los límites impuestos
por el muralismo y sus
ramificaciones. El movimiento no fue
jamás organizado ni definido, como tal se daba de modo bastante espontáneo, no
era deliberado y las relaciones entre sus miembros fueron más bien informales.
Pero a lo largo de toda su carrera en sus Obras se observa esta entidad
contemporánea con expresiones modernistas y temáticas urbanas transformistas,
buscando crear nuevas formas con una perspectiva geométrica tradicional, más contemplando
el mundo real. Yo personalmente aprecio su escultura, la cual transporta a
cuentos de fantasía de gigantes que evocan a la fábula literaria, con su grotesca
forma de criticar la vida, la política y sarcásticamente el amor. Hoy
despedimos a un genio quien, a los 83 años, el 3 de julio del 2017, quizás
decidió partir en busca de más inspiraciones, divas y argumentos. El Poder de
las Artes entonces brinda un reconocimiento post mortem al único José Luis
Cuevas.
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